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A las 6 y pico

Carmen

Carmen Una mañana de invierno amanecía un cielo encapotado en nubes de un color que presagiaba lluvia, Sevilla desprendía humedad, frío, y siniestra soledad en un domingo a las siete de la mañana aproximadamente. Una joven de unos veinte años de edad comenzó a cruzar el puente de triana, histórico puente, con paso rápido. La joven iba vestida con un traje de fiesta rojo, llevaba el pelo enmarañado, el maquillaje le corría por el rostro, debido a un mar de lágrimas que florecían de sus ojos verdes y le corrían tez abajo. La joven, llamada Carmen, paró el paso en la mitad aproximada del puente, miró el río, que lenta e inexorablemente avanzaba con indiferencia en busca del mar, de sus aguas florecía paz, ni una onda rompía la tranquilidad del río Betis, actualmente llamado Guadalquivir, que reflejaba la luz dorada desprendida de las farolas, a lo lejos se dislumbraba la Giralda, erguida con orgullo y grandeza sobre su ciudad.
Carmen se enjugó su rostro con los puños, corriéndose aun más su rimel, ni un coche perturbaba la ciudad a esas horas, se aferró a la baranda, en el puño derecho llevaba una foto de tamaño carnet, la observó, en ella aparecía ella abrazada a un hombre joven de más o menos su edad, ambos reían y tenían rostros felices, la foto emanaba el amor que ambos tenían, besó la foto, guardándola acto seguido en un pequeño bolso.
Se encaramó en la baranda y saltó al otro lado de ésta, se aferraba con fuerza, a la reja, con ambas manos y con el cuerpo algo inclinado hacia el río, unos metros por debajo, suspiró fuertemente, sin poder dejar de llorar intensamente, tenía los ojos prácticamente secos después de tanto llorar, se irguió pegando sus espaldas a la baranda, miró al cielo, el cual empezaba a dejar caer sobre la ciudad unas gotas de agua. Carmen se volvía enjugar ambos ojos con la mano izquierda, cerró los ojos, miró al frente y pensó, ``¿Que me aferra a la vida?´´, esperó una contestación, nada le respondió.
Carmen soltó las manos, quedándose torpemente erguida, paralela a la barandilla, se colocó en forma de cruz, después, empezó a inclinarse hacia delante, comenzando a caer, en forma de cruz comenzó a caer, paralela al río, el pelo se levantaba hacia arriba como queriendo separarse de su dueña para no caer a las frías aguas, su vestido ondulaba al viento plegándose caprichosamente, y resaltando su figura, a sus curvas, caía con los ojos fuertemente cerrados. Penetró en el agua, ocasionándole un fuerte dolor, el río la trago produciendo muchas ondas, y después volvió a su habitual forma, Carmen se hundió lentamente cada vez mas hondo, había respirado justo antes de entrar en el agua, se hundía sin ofrecer resistencia, dejándose llevar, abandonando su vida, el traje luchaba por subir a la superficie, plegándose hacia arriba, al igual que su pelo. Se sentía siniestramente feliz, al poder huir de la vida, del sufrimiento impuesto, a veces a personas de las que no lo merecen, caprichoso destino que igual que te da alegrías te las quita, Carmen había perdido el sentido de su vida, nada la aferraba a ésta, solo dolor, dolor y soledad, dio un vano intento de respiro, pero solamente agua entró en sus pulmones, en los que apenas quedaba aire, Carmen empezó a perder el conocimiento, pero tenia un rostro indiferente a lo que ocurría, sonrió por ultima vez, y la vida se fue de ella, dejó su cuerpo inerte, la corriente la había atrapado llevándola en un fúnebre viaje al mar, para devolverla a la materia de la que venimos, a olvidarla en él, fundiéndola con él.

8 comentarios

Bernal -

Gracias Sapo, me parece un buen consejo, lo tomare en practica.
Saludos

Malsapo -

Años? no tendras que esperar tanto. eres muy joven pero si le dedicas esfuerzo y tiempo veras como las palabras te nacen solas. No creo que el estilo se encuentro ni con quince ni veinte ni treinta ni cincuenta, no es algo estatico, cambia contigo conforme vayas viviendo, no esperes encontrar tu estilo pues el es el ke te encuentra a ti y por la misma puerta sin despedirse se marcha. Yo a tu edad no pasaba el tiempo escribiendo la verdad, tienes ese "algo" que a la gente normal suele costar muchos más años desarrollar. Aprovechalo. Puedes llegar a hacer grandes cosas. Saludos tipo

Bernal -

Es mi primer texto, lo escribí hace un año pero todavía creo que han de pasar años para ser capaz de mejorar, con quince años no se puede tener una aceptable forma de esribir, de crear mi ``estilo´´.
Gracias de nuevo Sapo.

MalSapo -

Coincido con los de arriba, de monento lo mejor que te he leido pero aun te quedan muchas batallas con el papel, seguro que al final dejas a la altura del betún a este, ya veras tipo. Buena descripcion, muy detallada, se graba la imagen en la mente al leerlo. No sabia que el guadalquivir se llamaba antes Betis, siempre se aprende algo nuevo. Saludos

Bernal -

Gracias por leerlo, fue mi primer texto, y creo que el mejor de los que he escrito.
Es demasiado triste verdad?.
Saludos

white -

Demasiado triste, demasiado bello. Saluditos

Goreño -

Efectivamente es un texto que siempre te deja un sedimento de tristeza. Paradójicamente, de estas situcaiones salen los mejores letras. Me gusta como lo conduces y lo describes. Es un placer. Saludos

NOFRET -

Hola Bernal, Bienvenido! :)
Sabes que este texto es el que más me ha gustado de los que te he leído. La descripción tan detallada que haces de la situación me permite visualizarla como en una pantalla. Tan triste como bello. Ya quisiera yo haber sabido escribir así a tu edad!
(sólo escribía gilipolleces en mi diario! jeje!) ;)
Besos!